Cómo habrás visto en mis redes sociales, esta semana te he hablado extensamente sobre el amor propio y sus 5 pilares fundamentales. Si no lo has visto, te dejo aquí el link y aquí también.
El amor propio es algo que cultivamos cada día, y que depende de nuestro estado de ánimo y emocional, ya que conforma un pilar en sí mismo de nuestro bienestar.
Según el diccionario Oxfod que utiliza Google, el amor propio es la consideración que se tiene una misma en favor de que los demás nos estimen o nos quieran. ¿Si lo cultivo para que los demás me quieran, ¿Qué tiene de propio? Pensé nada más leer la definición.
Por curiosidad, me fui a buscar que significaba Amor en la RAE y me quedé igual de pasmada: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia , necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
Parece ser que hemos heredado o estamos heredando conceptos e ideas sobre que amar es sólo de dentro hacia fuera y además que sólo lo hacemos porque nos sentimos insuficientes y nos completamos únicamente cuando amamos a otro ser. No cuando nos aman. Ni tampoco cuándo nos amamos. Lee esto bien: Sólo cuando nosotras amamos. De dentro hacia fuera.
Si sigues este blog, mis redes o mi trabajo, ya sabrás que trabajo especialmente el bienestar, la autoestima y la identidad. Y que gran parte de este trabajo versa en crear y fortalecer un amor propio-propio. Es decir, que tú te ames intensamente desde tí, para tí.
Después de hacer este descubrimiento, estuve reflexionando sobre las mujeres a las que acompaño diariamente y tuvo aún más sentido para mí su miedo a quererse y además a manifestarlo. Ya no sólo está el miedo al rechazo sino también a romper estos conceptos que hemos heredado y que se han instalado erróneamente en nuestro imaginario emocional.
Es por eso, que yo no cejo en mi empeño de divulgar conocimiento que pueda ayudarte a fortalecer tu amor propio, o que al menos, puedas cuestionar su significado par a tí.
Aquí te dejo 3 sencillos ejercicios para que practiques:
1.Haz un listado de tus fortalezas.
Estoy segura que si te pido que enumeres lo que crees que son defectos tardarías menos de 1 minuto en recitarlos todos. Pero como digo siempre en las sesiones, para que haya algo “malo” tiene que haber algo bueno, ¿Porque cómo sabes sino que es “malo”?
Te invito a que hagas un listado de todas esas cosas que te gustan de ti, aunque sea con la voz bajita, y que incluyas aquello que los demás te hayan alabado y que tú estés de acuerdo.
Estoy segura de que te vas a sorprender.
2. Mímate
Como también sabrás, soy fan del autocuidado y siempre que tengo oportunidad lo promuevo. Aquí encontrarás más información al respecto, y aquí también. Esta vez te invito a que te hagas un auto regalo ya sea una actividad, algo material o incluso algo que hace tiempo que quieres hacer pero por tiempo aún no te has atrevido. Te animo a que te regales el tiempo para hacerlo, a veces es más significativo el momento que nos regalamos que la acción sí misma. Pruébalo.
3. Salúdate en el espejo
Habrás leído u oído que repetir afirmaciones delante del espejo empodera y motiva mucho. Pero para llegar a dar ese paso, primero hay que conocerse y reconocerse. Es por eso, que te animo a que cada mañana te mires al espejo y te digas buenos días. Este simple gesto te va a abrir unas puertas preciosas. Descúbrelo por tí misma.
También me gustaría recordarte que tienes disponible en mi página información sobre todas las actividades que llevo a cabo para divulgar y promover el crecimiento personal desde un ángulo amable, compasivo y efectivo.
Te dejo aquí un abrazo fuerte.