Como fortalecer tu Amor Propio en 2 sencillos pasos

¿Por qué hablamos tanto del amor propio?

Vivimos en una era donde todo se mueve rápido, demasiado rápido a veces, ¿no crees? Desde la presión en redes sociales hasta las expectativas personales y profesionales, el nivel de exigencia para tenerlo todo es abrumador. En este contexto, el amor propio ya no es un lujo ni una moda pasajera: Es una necesidad. Es casi una cuestión de supervivencia.  Tener una relación sana contigo misma es la base para construir una buena salud mental y, en consecuencia, tener relaciones sanas con los demás. Pero, ¿qué significa realmente amarte a ti misma? Y lo más importante, ¿cómo puedes cultivar ese amor propio sin que se sienta como otra carga más en tu interminable lista de «cosas por hacer»?

El amor propio no es simplemente consentirte con un baño caliente o prepararte alguna deliciosa comida- aunque eso también ayuda, claro-. Va mucho más allá de lo superficial. Es el acto consciente y continuo de valorarte, respetarte y cuidarte, tanto en los buenos como en los malos momentos. Cuando te priorizas de esta manera, te das el espacio para mejorar tu salud mental, fortalecer tus relaciones y sentirte en paz contigo misma. Y como consecuencia de este espacio de cuidado, empezarás a experimentar una vida más plena y equilibrada.

Amor propio: el pilar de una buena salud mental

El amor propio es la piedra angular de la salud mental. Y aunque esto pueda parecer algo obvio para quienes llevamos un tiempo inmersas en nuestro propio desarrollo personal- no vayas a creer que yo ya lo tengo todo hecho ;)- no es tan obvio. En mi trabajo a menudo me encuentro que las mujeres con las  que trabajo no saben definir de forma ajustada y sana, qué es el amor propio y además se siente como que el amor propio es una consecuencia que se da por si misma como consecuencia del trabajo personal.

En realidad, el amor propio es un conjunto de acciones y comportamientos como aprender a aceptarte tal como eres, con tus defectos y virtudes, para darle menos espacio a la autocrítica destructiva y al diálogo interno negativo. En lugar de castigarte por cada error, te ofreces la oportunidad de aprender y crecer. Estos pequeños pero importantes pasos, te ayudarán además a disminuir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, ya que poco a poco convertirás a tu mente en tu mejor aliada., en lugar de en tu peor enemiga.

Hay estudios de origen científico que sugieren que una alta autoestima y el amor propio están directamente relacionados con niveles más bajos de ansiedad y depresión, mayor resiliencia emocional y una mayor sensación de bienestar general. Cuando te quieres, te aceptas y te respetas, el mundo se y se vive desde otro lugar:  eres capaz de manejar mejor las dificultades de la vida sin caer en patrones de pensamientos autodestructivos.

Las relaciones sanas comienzan contigo

El amor propio también es el punto de partida para las relaciones saludables con los demás. Si no te amas a ti misma, es probable que te enfrentes a una serie de desafíos en tus relaciones interpersonales. OJO: No estamos hablando del dañino e irreal «Si tú no te quieres, nadie va a quererte». Si tú no sabes quererte aún, no significa bajo ningún concepto, que las personas de tu alrededor no puedan hacerlo. Que te quieran no depende de ti, quererte tú sí.

Con una baja autoestima o un amor propio dañado, podrías caer en la trampa de depender emocionalmente de los demás para sentirte validada o buscar continuamente la aprobación externa. Sin embargo, cuando te amas y respetas a ti misma, ya no necesitas que alguien más te complete o te haga sentir valiosa. Eres consciente de tu propio valor y, como resultado, las relaciones que construyes son más auténticas, equilibradas y saludables.

El amor propio te ayuda a establecer y respetar tus propios límites de manera clara y a comunicar tus necesidades de una manera respetuosa, lo que fomenta una dinámica más honesta y menos conflictiva en tus relaciones. También te permite ser más empática y comprensiva con los demás, ya que tienes la capacidad de dar desde un lugar de abundancia, no de carencia.

 Yin Yoga y Meditación: Dos Herramientas Poderosas para Fortalecer el Amor Propio

Ahora que hemos argumentado por qué el amor propio es crucial para tu salud mental y tus relaciones, la gran pregunta es: ¿cómo puedes empezar a cultivarlo? Aquí es donde entran dos herramientas poderosas: el Yin Yoga y  la meditación. Estas prácticas no solo te ayudan a desconectarte del caos externo, sino que también te permiten reconectar contigo misma, lo cual es esencial para fortalecer el amor propio. Como siempre digo, la salud mental viaja por el cuerpo, no sólo está encerrada en la mente, así que combinar estas dos prácticas hará que le des un buen impulso a tu propósito de fortalecimiento, sin olvidar como no, de la importancia de un buen acompañamiento profesional si así lo necesitaras.

¿Qué es el Yin Yoga y por qué puede ser clave para tu bienestar?

El Yin Yoga  es una práctica suave y restaurativa que se enfoca en estirar y liberar las tensiones profundas del cuerpo. A diferencia de otros tipos de yoga más dinámicos (como el Vinyasa o el Ashtanga), el Yin se basa en posturas pasivas que se mantienen durante varios minutos. Al hacerlo, se trabaja en las capas más profundas de los tejidos conectivos, lo que ayuda a mejorar la flexibilidad y liberar tensiones físicas y emocionales, ya que afectamos positivamente a nuestro sistema nervioso.

Pero Yin Yoga es más que un simple estiramiento. Es una práctica de introspección. Al quedarte quieta en una postura durante un tiempo estimado, tienes la oportunidad de apreder a observar tus pensamientos y emociones sin reaccionar a ellos. Esto te enseña a estar presente con lo que sientes, sin juicios ni expectativas. En lugar de evitar tus emociones o juzgarlas, aprendes a aceptarlas tal como son, lo que es una manifestación profunda del amor propio.

El Yin Yoga también fomenta el equilibrio del sistema nervioso. Vivimos en una sociedad que nos mantiene en un estado constante de “lucha o huida” ya sea por las preocupaciones, tareas o responsabilidades. El estrés crónico agota nuestras reservas emocionales y físicas. El Yin Yoga, al promover la relajación profunda, activa el sistema nervioso parasimpático (el responsable del descanso y la digestión), ayudándote a sentirte más tranquila, centrada y capaz de enfrentar los desafíos diarios con una mayor claridad mental. Aquí te dejo más información sobre el Yin yoga.

Más beneficios de Yin Yoga para fortalecer el amor propio:

Mejora la conexión mente-cuerpo: Al sostener las asanas o posturas durante un tiempo, aprendes a escuchar las necesidades de tu cuerpo, algo crucial para amarte a ti misma y entender y atender tus necesidades.
Fomenta la auto aceptación: Como no hay una expectativa de «perfección» en las posturas, Yin Yoga te enseña a aceptar tus limitaciones físicas, lo que se traduce en una mayor aceptación emocional. Comprendes mucho mejor cuáles son tus límites y aprendes a respetarlos.
Reduce el estrés y la ansiedad: Al activar el sistema nervioso parasimpático, te ayuda a manejar mejor el estrés, lo que mejora tu bienestar mental y físico. Por ejemplo, tus digestiones y calidad del sueño mejoran con la práctica.

Meditación: La puerta hacia una mente más amorosa y en paz

La meditación es otra herramienta poderosa para cultivar el amor propio. En esencia, la meditación te enseña a observar tus pensamientos y emociones sin apego. – Del apego hablaré un poco más adelante- . Esto es crucial porque muchas veces el desamor hacia una misma surge de identificarse demasiado con los pensamientos negativos que normalmente proceden de una narrativa interna que hayas heredado o que hayas creado tú misma. Al practicar meditación, te das cuenta de que los pensamientos son solo eso: pensamientos. No definen quién eres.

La práctica regular de meditación mejora la conciencia y te ayuda a estar presente en el momento. Esta presencia consciente es clave para el amor propio porque te permite hacer una pausa, observar lo que está sucediendo dentro de ti y tomar decisiones más alineadas con tu bienestar en lugar de reaccionar automáticamente. Aquí te dejo más información sobre la meditación. 

Beneficios de la meditación para el amor propio:

Mayor claridad mental: Te ayuda a observar patrones de pensamiento negativos y reemplazarlos por pensamientos más constructivos.
Desarrollo de la compasión: La meditación fomenta la compasión, tanto hacia ti misma como hacia los demás, lo cual es esencial para cultivar relaciones sanas.
Reducción del estrés: Al disminuir la actividad en las áreas del cerebro asociadas con el estrés y la ansiedad, la meditación te ayuda a sentirte más equilibrada emocionalmente.

Cómo empezar: Pequeños pasos hacia grandes cambios

La buena noticia es que no necesitas ser una experta para empezar a disfrutar de los beneficios del Yin Yoga y la meditación.  Nadie nace sabiendo y tú no vas a ser menos. Puedes intentar aprender por tu cuenta, pero si quieres ponértelo fácil busca alguien que te guíe por el camino adecuado y con la que sientas una conexión. No te imaginas lo fácil que puede ser todo cuando conectas con tu profesora o profesor de yoga o meditación.

Aquí tienes algunos pasos simples para comenzar:

1. Establece una intención clara: Cada vez que practiques, recuerda que lo haces por amor a ti misma. No por perfección, sino por bienestar.
2. Empieza con poco tiempo: Dedica solo 10 minutos al día para meditar o hacer Yin Yoga. No necesitas más para empezar a notar los beneficios.
3. Sé paciente: Cultivar el amor propio es un proceso. No esperes resultados inmediatos. Con el tiempo, notarás cómo te vuelves más amable contigo misma.
4. Crea un espacio sagrado: Designa un lugar tranquilo en tu hogar para practicar, donde puedas desconectar y enfocarte solo en ti. No necesitas grandes cosas, con que puedas colocar un cojín o esterilla y quizá una vela o incienso, es suficiente.

El viaje hacia ti misma

El amor propio es un viaje, no un destino.

Este viaje está lleno de curvas, baches y cuestas, pero te aseguro que cuando terminas ese tramo, las vistas son maravillosas y todo el esfuerzo habrá merecido la pena.

A medida que profundices en prácticas como el Yin Yoga y la meditación, empezarás a notar cambios sutiles pero profundos en cómo te relacionas contigo misma y con el mundo. Estos cambios no solo mejorarán tu salud mental, sino que también te permitirán construir relaciones más equilibradas y auténticas. Podrás conectar con otras persoans de la manera que necesitas.

Recuerda, amarte a ti misma no es egoísta. Es la base para tener una vida plena, saludable y feliz. Y cuando te amas de verdad, ese amor se refleja en todo lo que haces y en todas las personas que te rodean. Así que, ¿por qué no empezar hoy? ¿Qué te detiene?