Hoy te traigo la primera parte de una serie de artículos que iré colgando sobre un tema que sigue siendo tabú para muchas mujeres: El auto cuidado y el disfrute.
El auto cuidado es la acción de brindarnos atenciones dirigidas a cuidar nuestra salud tanto física como emocional, llevando a cabo por iniciativa propia actividades que están orientadas a nuestro bienestar físico y psicológico. Nuestro instinto de supervivencia es el que hace que de una manera más o menos consciente sepamos que es necesario protegernos y cuidarnos para preservar nuestra vida y salud mental. Es primordial, y más en el momento social en el que estamos creciendo, incorporar el auto cuidado.
Cuando dejamos tiempo para nosotras mismas y lo hacemos como prioridad evitamos el agotamiento y aumentamos nuestra productividad. Cuando escuchamos o leemos sobre auto cuidado podríamos pensar en idas al spa, masajes, días enteros libres pero la verdad es que es mucho más que eso. Y también mucho más “sencillo”.
¿Por qué, es tan importante el auto cuidado? y ¿Cómo afecta a nuestra productividad?
Cuidarse a sí misma significa preguntarse qué necesito y darse una respuesta honesta. Significa tomar medidas para cuidar de nosotras mismas y de nuestras necesidades físicas, emocionales, mentales, financieras, ambientales y espirituales.
El primer paso, pero no el más difícil, llega con el reconocimiento de que nosotras somos las responsables de nuestro propio bienestar y que se extiende más allá del contexto individual para incluir a todas/os las/los que son importantes para nosotras: nuestra familia y nuestra comunidad.
El auto cuidado es relativo: así cómo cada ser humano es único, el auto cuidado es diferente para cada una de nosotras. Es escucharse, es preguntarse y darse una respuesta con honestidad y respetar los tiempos y necesidades que existan en cada momento; es hacer lo que está bien para ti en el momento en que te estás preguntando ¿Cómo puedo ser buena conmigo misma? Y permitirte llegar a la acción.
Mejora tu productividad
Con el auto cuidado, aprendes a decir «no» a las cosas que sientes que te invaden o invalidan tus límites, y comienzas a hacer tiempo para las cosas que son más importantes para ti y te alinean con tu centro haciendo que el foco vuelva a alumbrarte a ti. Hace que visualices mejor tus metas para enfocarte y concentrarte en lo que estás haciendo y estás necesitando en cada momento.
¿Te habéis parado a pensar alguna vez que cuidarte es una forma sana de productividad?
Mejora tu autoestima
Cuando tenemos tiempo para nosotras mismas, tiempo en el que nos tratamos bien y satisfacemos nuestras propias necesidades, enviamos un mensaje positivo a nuestra mente. Un mensaje personal de que somos importantes, haciendo que mejore nuestro diálogo interno. Dejamos a un lado la autoexigencia para dar paso a la compasión y el cariño.
¿Cuándo fue la última vez que te abrazaste con cariño y compasión?
Nos conocemos mejor
Practicar el auto cuidado requiere pensar en lo que realmente nos gusta hacer y necesitamos. El ejercicio de descubrir qué es lo que realmente nos apasiona e inspire, nos ayuda a entendernos mejor a nosotras mismas y a descubrir esas partes que a veces quedan en las sombras cubiertas por “los debería” o “tendría que”. Sé que este paso no es fácil, que dejar atrás todas esas presiones de los que crees que los demás esperan de ti o crees que deberías ser, requiere de un trabajo y un esfuerzo que requiere de tiempo.
Por eso, hoy viernes, te propongo 6 pequeños grandes pasos para empezar a aprender a desconectar de lo externo para conectar con tu interno e iniciarte en el gratificante arte del auto cuidado.
Auto cuidado Emocional
Es primordial mantener nuestra salud mental lo más saneada posible. Esto como ya sabrás, no siempre es posible sin un acompañamiento inicial ya sea un proceso psicológico, terapéutico o de coaching por ejemplo. Recuerda que cada persona tiene sus métodos de aprendizaje (de esto te hablaré un poco más adelante) y sus necesidades, así que tómate tu tiempo para escoger el tipo de acompañamiento que puede funcionarte. De los tipos de acompañamientos también te hablaré más adelante. Mientras, te propongo dos opciones que pueden ayudarte no sólo a cuidarte sino a descubrir qué necesitas trabajar para seguir avanzando.
- Diario de agradecimiento y reflexión. Practicar la escritura libre desde el prisma del agradecimiento no sólo te va a ayudar a liberar tensiones de una forma amable, también te va a permitir descubrir cosas que no sabías que sabías.
- Meditar. Hoy en día ya sabemos de sobra los beneficios sobre la salud mental que nos brinda la meditación. Lo que puede que no sepas es que bastan sólo 20 minutos diarios para resetear tu mente y restaurar la calma en tu interior.
- Baños de Bosque. Los baños de bosque o Shrinin Yoku consiste en sumergirte en un bosque con tus cinco sentidos y pasear por él en silencio y de forma consciente. Esta práctica va más allá del mítico abrazo al árbol: Consiste en pasear con la mente de principiante activa descubriendo con curiosidad y respeto los olores, texturas, colores y sensaciones que hay a tu alrededor y en tu interior. Eso sí, liberando toda expectativa de sentir o vivir algo determinado.
- Y por último y no menos importante: No hacer nada. Absolutamente nada si eso es lo que te pide tu cuerpo y tu mente. Hemos sido criadas en la cultura de la actividad constante y en la culpa del “descansar”. Actualmente impera la cultura de permanecer exhausta como signo de hiper productividad que señal de ser una miembro activa de la sociedad. Pues bien querida, no hacer nada es hacer mucho. Porque no hacer nada te permite descansar, conectarte contigo misma, parar y escucharte, respetar tus tiempos y volver a tu centro. En definitiva: Auto-cuidarte.
El auto cuidado es un hábito que puedes fomentar cada día. No tienes que abordar todo de una vez, los pasos pequeños recorren el camino más largo con más seguridad. Enfocarte en tus necesidades y hacer del auto cuidado una prioridad, te brindará un equilibrio y bienestar en todas las áreas de tu vida hasta ahora desconocidos. Además, no te olvides de disfrutar, porque el auto cuidado no es auto cuidado si no lo disfrutamos. La semana próxima te hablaré sobre nuestro derecho a disfrutar cuidándonos e incluso a divertirnos haciéndolo. Porque auto cuidarnos también es sinónimo de disfrutarnos.
Te invito que el lunes te pases por mis redes sociales y me cuentes si has puesto en práctica algo, todo o nada de lo que hoy te he dejado aquí.
Te dejo aquí un abrazo fuerte, compañera.